Pop Art inglés y estadounidense
El Pop Art, o Arte Pop, es un movimiento artístico surgido
en los años sesenta, principalmente en Estados Unidos e Inglaterra, como una manifestación cultural que ha ido creciendo bajo las condiciones capitalistas
y tecnológicas de la sociedad industrial.
El Pop Art refleja el estado de ánimo de
una época, caracterizada por una estabilización política y económica después de
la Segunda Guerra Mundial, a partir de lo cual se generaron nuevos hábitos y
conductas de consumo. El cambio de vida de la sociedad, el bombardeo de
información por parte de los medios masivos de comunicación, la euforia por las
nuevas tecnologías, la nueva cultura de consumo y el culto a las estrellas del
momento fueron punto de partida para el desarrollo
de un arte diferente, nuevo, que no es más
que el reflejo del espíritu de una época. Es por estos factores que el nombre alude
al “arte popular”, el arte del pueblo.
Al comenzar una nueva década, los años
sesenta, se produjo un cambio en la sociedad tan importante y, de cierta forma,
revolucionario, que trajo consigo una nueva forma de vida, una manera diferente
de apreciar la realidad, una nueva consciencia. Rápidamente se
empezaron a popularizar y expandir los medios masivos de comunicación, y por
consiguiente los avisos publicitarios. La clase media era manejada por la radio
y la televisión. El bombardeo de información por parte de los medios impulsó un
acercamiento entre los compradores y comerciantes, determinando la masividad
del consumo. A su vez, los pósters, los periódicos marginales, los carteles y
los fan-magazine crearon un nuevo sistema de comunicación. Es importante destacar
la estabilización política y económica en la época de post-guerra, ya que sin ella
hubiera sido muy difícil el desarrollo de estos elementos, determinantes para
el Arte Pop. Lo trivial, lo efímero, lo banal, comenzó a convertirse en objeto
de interés general, no sólo para las clases medias sino también para la gente
de bajos recursos y la burguesía. En otras palabras, los factores que crearon
el Pop Art no son universales, sino mas bien específicos y particulares de las culturas urbanas
de Inglaterra y norteamérica de post-guerra.
Los objetos industriales, los carteles,
los embalajes, el empleo de imágenes de la cultura popular, los cómics, el
dinero, son algunos de los elementos de los que se sirve, acompañados muchas
veces de la ironía y combinándolos o separándolos de su contexto original.
El movimiento Pop en Inglaterra, al
igual que en EEUU, es un arte sobre el arte y los estilos, un arte que abandona
su desarrollo tradicional y toma el camino de representar un presente trivial
percibido a consciencia. Los temas representados y el espíritu es el mismo, sin embargo,
suele mirarse más al desarrollo del Pop Art en Estados Unidos, debido a que la
calidad de vida de los norteamericanos fueron las inspiraciones básicas de
muchos artistas, independientemente de su nacionalidad.
El Pop Art ha sido siempre considerado una
crítica a esa nueva sociedad, la sociedad de masas, la sociedad consumista. El
movimiento basa sus temas pictóricos en la vida cotidiana, intentando reflejar
la realidad de una época, su estado de ánimo, mostrando el cambio cultural de
los años sesenta. Éstos incluyen, a modo de ejemplo, el culto a las estrellas
de Hollywood (en donde el espectador se transforma en un ser anónimo e
insignificante), el dinero (representación de que todo tiene un precio, la
llave que permitía acceder y disponer de las cosas, remedio universal contra las
frustraciones), el nacionalismo, el consumismo en general: botellas de gaseosa,
paquetes de cigarrillos o envoltorios de chicle.
Mediante la representación sugestiva de
los medios de masas, las realidades sociales y consecuencias de éstas para el ser
humano, el Pop Art reacciona ante la despersonalización de la sociedad, con
instrumentos estilísticos impersonales, con cuadros más objetivos y muchas veces
de difícil comprensión.
El Pop pretendía redefinir el
individualismo dentro del arte, por esta razón en muchas obras se resalta el
anonimato del artista.
Si bien este movimiento artístico
presenta, a veces, características contrapuestas y caminos diversos, su base,
tanto en forma como en contenido, siempre va a estar relacionada con las
estructuras, los métodos o la influencia de los medios de masas.
Esta ambivalencia de contenidos, esta
unión de conceptos que no son exactamente compatibles (“arte” y “pueblo”) fue
bienvenida por la audiencia (no así por la crítica especializada en arte). La sociedad
se sentía atraída por la variedad e intensidad de colores, los contenidos, sus
formas fáciles y en cierto punto divertidas. Al espectador le gustaba reconocer
esos elementos representados, comprender la obra (o creer que la comprendía),
en la ilusión de que se ahorraban la complicada interpretación que demandabanlas
obras del expresionismo abstracto (el
movimiento que lo antecede en EEUU). En la relación entre el Arte Pop y su
público puede decirse que hubo una especie de “malentendido”. La audiencia, que
recibió con gran aceptación este arte diferente y más cercano a su realidad,
pareció no comprender que se lo estaba criticando. El espectador no comprendió la
carga de ironía y ambigüedad contenida en el Arte Pop, sino que lo entendió
como una celebración a la cultura de consumo, en lugar de la sátira de lo banal,
lo carente de contenido, lo trivial, lo superficial.
Los artistas parecían haber cumplido su
objetivo: el de llegar al máximo público posible, sin exclusiones, lograr un
arte de multiple edición, económicamente accesible para el ciudadano común.
En lo que respecta a las técnicas
utilizadas, el Pop Art se valió del collage y el assemblage (ensamblage), y de
todos los mecanismos de producción de imágenes populares (fotografía,
publicidad, cine, revistas, cómics,), juntándolos y complementándolos para
lograr eliminar la subjetividad del autor, y en muchos casos las obra de
ejemplar único (por eso se abarataba). Se quería lograr una neutralidad completa, que en la obra no
haya rastros de la mano del artista. Es por eso que las imágenes debían ser procesadas
previamente, dejando la expresividad en segundo plano. Roy Liechtenstein empleaba
en sus obras viñetas de cómics ampliadas, dejando ver los puntos de impresión.
Característico es el uso del color: tonos
planos, sin modulaciones, intensos. A su vez, muchas veces las formas
representadas están descriptas por una línea dura invariable, conformando y
delineando las formas, dándoles un estilo particular y preciso a los dibujos.
Estas técnicas contribuyen a la fácil identificación del objeto representado, propio
del lenguaje publicitario.
Entre los máximos exponentes del
movimiento Pop inglés y estadounidense se encuentran Andy Warhol, Roy
Lichtenstein, Richard Hamilton, Jim Dine, Claes Oldenburg, George Segal, Jasper
Johns y Robert Rauschenberg. El temperamento y personalidad de cada uno de
ellos determinó el estilo de su obra, presentando algunas diferencias entre ellos.
Andy Warhol
Su idea no era convertir el arte en algo
trivial, sino fabricarlo como un producto de masas. Sus primeras pinturas datan
de 1960 y se inspiran en los motivos de la publicidad y el cómic. Le interesan
los criterios de santidad y cualidad, tanto en las personas como en los
artículos de la industria del consumo. En sus serigrafías sobre lienzo (de 1962 a 1970) aparecen
estrellas de cine (Marilyn Monroe, Elvis Presley, Marlon Brando), del arte
(Mona Lisa, Rauschenberg y hasta el propio Warhol), de la política (Jackie
Kennedy, Nelson Rockefeller), así como también hechos políticos (como la Race
Riot), artículos de consumo (Coca Cola, Pepsi Cola, conservas Campbell,
envoltorios) y monumentos (el Empire State, la Estatua de la Libertad), entre
otros elementos y personalidades. Una de sus obras más famosas, en la que aparece una lata de sopas
Campbell, fue justificada por el autor por el hecho de que solía tomarla como
almuerzo. Utilizó el recurso de la repetición con la finalidad de remover
cualquier significancia que hubiese tenido el objeto aislado (la repetición de
la información la banaliza).
Warhol resalta el anonimato de su personalidad
artística en su pintura acrílica y serigrafía sobre lienzo Autorretrato (180 x
183 cm, Londres: Saatchi Collection). El artista utilizó una fotografía tomada
por él mismo con el disparador automático, luego aumentó y coloreó la imagen
con una serie de serigrafías para llevarla al estilo publicitario. Warhol
señaló que pintaba de esa forma porque quería ser una máquina, que es algo que
produce productos industriales, no pinturas.
Roy Lichtenstein
A diferencia de Warhol, este artista se
encuentra profundamente interesado en cuestiones de estilo, aunque ese interés
muchas veces es expresado en una forma extremadamente paradójica e irónica. Su
primer material, como el de Warhol, fueron las tiras cómicas, pero éstas eran tratadas
de una forma diferente. El artista reproducía todos los elementos que
encontraba en su material: los bordes negros, los puntos generados por la
impresión barata (los cuales sobredimensionaba), aludiendo a que sus técnicas
parecían ser comerciales pero no lo eran. Esto permitió al artista utilizar las
mismas técnicas en temas totalmente diferentes, ya no conectados con las tiras cómicas pero
traducidas en su lenguaje. Tal es el caso de la serie de “Pinceladas”:
utilizando la misma técnica que los cómics, logra versiones congeladas y
minuciosas de las marcas que un pintor expresionista abstracto habría hecho con
una pasada de pincel.
“A los cómics les debo los elementos de
mi estilo y no los temas”, señaló.
Los cuadros de Lichtenstein pretenden
objetivar y des-individualizar emociones y actitudes. Su pintura resulta
perfecta y detallada, minuciosa, queriendo lograr la desaparición de sus
huellas (imprecisiones, cambios). Muestra los temas tal como lo haría un diseñador gráfico o
dibujante de publicidad. El lenguaje visual utilizado, así como la disposición
del texto y la imagen son tomados directamente del penetrante lenguaje publicitario,
de los envoltorios y los anuncios. Lichtenstein
reelabora tipográficamente los textos y
unifica los colores mediante la trama adicional de un fondo estructurado
previamente. Pretende simplificar tanto la línea como el color: si algo podría
ser rojo, se vuelve rojo en su totalidad.
Richard Hamilton, autor de la primer
obra Pop, es considerado el mayor representante del Arte Pop inglés. Su técnica se basa en la utilización de
imágenes fotográficas y collage, y su temática gira alrededor de las más inverosímiles
historias cotidianas.
Los artistas Pop, aún con sus
diferencias de estilo y de pensamiento, concuerdan en la ambición de crear un arte
que refleje la cultura de la época, desde una postura de mayor o menor rechazo a la sociedad de consume
y el capitalismo, la esencia no deja de ser la de mostrar elementos, personas o
personajes en sus formas cotidianas, representando la mentalidad de una nueva
generación de
pensamiento consumista. El Pop Art fue
una especie de espejo en que reflejó el ánimo de una época muy particular,
marcada por las nuevas tecnologías y los medios masivos de comunicación. Todos
los artistas, con sus diferencias y similitudes, retratan objetos o situaciones
de la vida diaria, a la cual el público reconoce fácilmente. Quizás a eso se debe la razón de su éxito: a pesar
de que el público pudo haber interpretado mal las ironías y la crítica hacia
ellos mismos, aceptaron con gusto esas llamativas y particulares obras que
reflejaban su forma de vida.
Extraído del texto “Pop Art: ¿El movimiento artístico de mayor
cercanía con el pueblo?”, de Bourlot, Cintia, estudiante de la Facultad de
Diseño y Comunicación de la Universidad de Palermo
Tema de investigación:
El movimiento de Arte Pop, tuvo exponentes en nuestro país?
Prof. Patricia Santomé
Arte