MATERIAL DE LECTURA PARA TRABAJAR EN CLASE
PRIVATIZACIONES
A partir del año
1989 se inició un importante proceso de privatizaciones en la Argentina. La privatización
abarcó empresas productivas y de servicios, activos públicos como las reservas
petroleras, actividades de regulación y hasta de control social como la emisión
de documentos de identidad.
Una de las
particularidades de este proceso fue el rápido ritmo con que se llevo a cabo.
Existía un gran
interés por parte de los acreedores externos para los cuales las empresas
públicas eran la mejor opción para hacer efectivo una parte del capital
adeudado a través de la capitalización de la deuda, abrir nuevas áreas de
inversión ocupando mercados hasta ese momento abastecidos por el Estado, y
consecuentemente multiplicar sus ganancias.
Cabe destacar que
todo el proceso de privatización se llevó a cabo bajo la dirección técnica y
financiera de los organismos financieros internacionales (FMI, BID, Banco
Mundial).
Se esgrimieron
cuatro tipos de argumentos en favor de las privatizaciones.
El primero tenía
que ver con la necesidad de reducir el déficit fiscal. Las privatizaciones
servirían para bajar ese déficit en la medida que las empresas serían
entregadas como parte del pago de la deuda externa. Asimismo, el hecho de pagar
parte de la deuda, daría señales favorables de cambio de rumbo a los agentes
económicos y a los gobiernos de los países desarrollados, obteniendo así el
apoyo de los acreedores externos y un incentivo para los grupos interesados a
nivel local.
El segundo
argumento, ligado íntimamente al anterior, giraba en torno de la necesidad de
estabilidad. La hiperinflación sufrida durante el período que precedió a las
privatizaciones fue la herramienta fundamental del gobierno para actuar de
manera acelerada en este proceso. El gobierno identificaba a las empresas
públicas como una de las causas fundamentales de la crisis y por eso, cuanto
mas rápido se privatizara, se reduciría el déficit público y volvería la
estabilidad.
En tercer lugar
se argumentaba que el Estado no tenía capacidad para financiar las inversiones
necesarias en tecnología para encarar las obras de modernización, con lo que el
aporte del capital privado aseguraría el mejoramiento del sistema.
Por ultimo se
afirmaba que el estado era incapaz para administrar con eficiencia, fomentaba
la burocracia y la corrupción y en consecuencia no podía brindar buenos
servicios.
Dos leyes
aprobadas en el Congreso, fueron las que abrieron camino e hicieron posible el
rápido programa de privatizaciones. La primera, de Reforma del Estado, autoriza
al Poder Ejecutivo Nacional a intervenir las empresas públicas, suprimir los
directorios existentes, eliminar los órganos de control, dividir las empresas y
privatizarlas. Así se concentró el poder de decisión en el Poder Ejecutivo y se
suprimieron los Organos de Control. La segunda ley, llamada de Emergencia
Económica, derogó las normas que diferenciaban al capital extranjero del
nacional. El camino que llevo a la entrega del patrimonio nacional quedo
allanado.
Para reducir el
precio de las empresas públicas y facilitar su venta las mismas fueron
desmanteladas. Los nuevos marcos regulatorios fueron casi inexistentes y los
requisitos impuestos a los oferentes fueron de tales que sólo quedaban espacio
para que se presentaran los grandes grupos económicos nacionales y extranjeros.
Se consideraron
prioritarios tres sectores: Energía, Comunicaciones y Transportes.
El Caso de la Empresa
de Telecomunicaciones
El primer caso de
privatización fue el de la
Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel).
En 1990 se crearon
dos sociedades anónimas a las que se le transfirieron los activos, equipos y
edificios de la ENTel. Los
pasivos, por 2.000 millones de dólares, quedaron dentro del presupuesto
público. El 60% de las acciones se licitaron, el 30% las retuvo el Estado para
ser vendidas en la bolsa y el 10% restante quedo para los trabajadores dentro
de un Programa de Propiedad Participada. Esto último se hizo con el objetivo
neutralizar algunas demandas sindicales y ganar el apoyo de los trabajadores.
La adjudicación
se realizó finalmente a los consorcios creados entre los acreedores de la deuda
externa y empresas telefónicas extranjeras.
Previo a la
adjudicación estalló un gran conflicto laboral. Ante el incumplimiento por
parte del gobierno de un acuerdo salarial se inició una huelga con un alto
acatamiento de todo el personal que así expresaba además su rechazo a los
proyectos de privatización en marcha. La huelga fue declarada ilegal, se
militarizaron algunas dependencias y se produjo la cesantía en masa de los huelguistas,
incluidos delegados sindicales. La lucha quedo muy aislada y finalmente se hizo
insostenible continuar con la huelga. El gobierno cargó así con el costo
político y económico de quebrar al sindicato antes de que asumieran los nuevos
dueños.
Las Consecuencias del Proceso de Privatizaciones
Podemos analizar
las consecuencias según cuatro grandes áreas:
Sobre la
propiedad:
Esta es la
consecuencia mas evidente del proceso de privatización que tiene que ver con el
pasaje de la propiedad del estado de sectores estratégicos de la economía a
manos privadas. Este pasaje produjo grandes cambios estructurales en la
propiedad, concentrando y consolidando la presencia de los grandes grupos
económicos. Asimismo acentuó la tendencia a la asociación entre esos grandes
grupos económicos locales con los grandes capitales extranjeras.
La
reconversión de la empresa:
Tiene
implicancias directas sobre los trabajadores.
Se perdieron los
derechos que tenían como trabajadores públicos como la estabilidad en el cargo.
Se produjo una
fuerte reducción de los planteles por la vía de los llamados retiros
"voluntarios" para los cuales las empresas destinaron enormes sumas
de dinero. Esto da cuenta de la importancia estratégica que las empresas le
otorgaron a la reducción de personal. Esto fue acompañado por un proceso de
sustitución del personal con mas antigüedad en la empresa cuya experiencia
sindical y política no era deseada.
Cuando el retiro
voluntario no era aceptado por los trabajadores convocados se iniciaba una
campaña persecutoria o discriminatoria contra ellos, se los trasladaba a zonas
alejadas de sus hogares o a otros sectores de trabajo con tareas desconocidas o
disgustantes (para usar un termino utilizado por algunas empresas), o bien
colocados en estado disponibilidad sin tarea asignada, con lo que se inducía un
gran desgaste psicológico destinado a hacerlos aceptar el retiro
"voluntario".
De esta manera se
conseguían renuncias evitando los despidos y el costo político que ellos
implicaban. El porcentaje promedio de reducción de puestos de trabajo en las
principales empresas privatizadas hasta 1997 alcanza el 57%. (Ver cuadro 1 al
final del documento).
En tercer lugar,
el aumento del horario de trabajo y de los ritmos habituales por medio de
introducción de nuevas tecnologías o simplemente imponiendo otras pautas de
producción.
En cuarto lugar,
se aplican nuevos y diversos contratos flexibles, por tiempo determinado,
pasantías, con salarios flexibles que incluyen pagos por productividad, entre
otros.
Por otra parte se
da un fuerte proceso de tercerización de ciertos sectores de la producción que
antes estaban integrados a la empresa, lo cual se constituye en una fuente de
fragmentación y precarización del colectivo de trabajo.
Por último, las
empresas privatizadas se apuraron la firma de nuevos convenios colectivos que
destruyeron viejas conquistas e introdujeron nuevas formas de explotación y
control del trabajo como la polivalencia.
Estas son algunas
de las cuestiones que hacen a la reconversión de las empresas que afectan
directamente las condiciones de trabajo, la salud y la unidad de los
trabajadores.
La
desnacionalización.
La
extranjerización de las áreas privatizadas es muy fuerte y evidente. Las
telecomunicaciones quedaron en manos de capitales públicos españoles, franceses
e italianos ; la distribución de gas de la Capital en manos
británicas ; la generación y distribución de electricidad, capitales
provenientes a su vez de la privatización de la seguridad social chilena ;
la red cloacal y de agua, franceses. El escritor Eduardo Galano ironizó este
proceso de desnacionalización al definir las privatizaciones como "la
transacción mediante la cual el estado argentino pasa a ser propiedad del
estado español".
Por un lado, las
empresas públicas en nuestros países se extranjerizan, y por otro las empresas
públicas de los países centrales se amplían y expanden. Según la Corporación Financiera
Internacional, las 2/3 partes de las privatizaciones a nivel mundial se
realizaron en América Latina.(Ver Cuadro 2 al final del documento)
La
desregulación:
En este punto lo central fue introducir el concepto de competencia en el
sector. Para eso se busco eliminar la prestación monopólica del servicio
creándose un mercado mayorista y otros minorista para la compra-venta del fluido.
La desregulación habilita la competencia entre las empresas y lleva a una
búsqueda espectacular de reducción de costos. La desesperación por reducir
costos sumada a la falta de control efectivo amenaza la calidad y seguridad en
la prestación del servicio eléctrico, como lamentablemente hemos podido
comprobar en nuestro país. La estrategia de las empresas consistió en obtener
ganancias rápidamente sin reinversión.
Efecto de las Privatizaciones Sobre los Usuarios:
Hay tres aspectos
centrales para analizar dentro de las consecuencias de las privatizaciones
sobre los usuarios:
1) Acceso al
servicio
2) Tarifas
3) Calidad
Cada una de
ellas, tiene íntima relación con el modo en que se realizó la reforma y los
objetivos centrales a los que se apuntaba con el proceso de privatización.
Hemos descripto en la parte anterior que dichos objetivos estaban centrados en
privilegiar la participación de capitales extranjeros y grandes grupos
económicos, así como también dar un marco de garantía a los inversores de las
utilidades que generaría su participación en el sector.
Hemos visto
además que la intención de promover la competencia dividiendo el proceso de la
industria y creando unidades de negocio mínimas, quedó truncada en los hechos
desde el momento en que la mayoría de los grupos intervinientes participan de
todo el proceso.
Por otra parte,
al desaparecer el sistema integrado y considerarse a la electricidad, como un
producto mas del mercado sin diferenciarla con otros bienes, se descarta tanto
la necesidad de satisfacción de la demanda continua como las ventajas de la
producción conjunta, negando con esto el carácter estratégico de la
electricidad en las sociedades modernas en que la mayor parte de las
actividades de la vida cotidiana necesitan de la energía eléctrica para
llevarse a cabo.
De este modo se
altera el concepto de servicio público existente hasta la privatización,
considerando sólo la distribución y el transporte como servicio público,
quedando excluida de este concepto la generación que se considera de interés
general. Esto significa que si al generador le resulta antieconómica su empresa
puede cerrarla sin que el Estado tenga la obligación de intervenir aunque las
consecuencias para los usuarios pueda llegar a ser la falta de suministro.
Asimismo cabe
destacar que no se exigieron inversiones forzosas a los grupos adquirentes,
solo se les exigía la prestación de un servicio de calidad.
Por otra parte,
del análisis del marco regulatorio del sector, surge claramente que los únicos
actores reconocidos dentro del mercado eléctrico son los transportadores,
generadores, distribuidores y grandes usuarios, con lo cual los pequeños
usuarios industriales, familiares o comerciales quedan excluidos.
Tomando en cuenta
estos aspectos, podemos decir que la privatización tuvo efectos negativos para
los usuario en los tres aspectos señalados.
Respecto al
acceso al sistema, la primera medida que tomaron las empresas fue el corte del
suministro en forma indiscriminada a las villas de emergencia y barrios pobres
que estaban "enganchados" a la red., para reducir las pérdidas en las
redes de distribución. El acceso al sistema queda restringido a la posibilidad
de pagarlo. El precio de la energía en el mercado mayorista gira alrededor de
los 0,03 centavos de dólar el Kw., mientras que los pequeños consumidores
abonan entre 0,10 y 0.15 centavos.
En relación a las
tarifas se produjo un aumento en el precio del bajo consumo y una baja en el
precio del alto consumo. Los consumidores residenciales pagan tarifas mas altas
que los grandes usuarios ya que estos últimos tienen acceso directo a comprar
en el mercado mayorista.
Por último,
respecto de la calidad del servicio, no se registraron mejoras en la atención
al cliente y el apagón en la
Ciudad de Buenos Aires nos muestra que no se presta un
servicio de calidad.